Nos gusta juzgar a la gente. Somos capaces de hacer mucho más daño del que pensamos. El ser humano es terrible y, lo que es peor, ignorante de su gran capacidad de destrucción. Es increíble cómo podemos hundir a una persona con una simple frase, una sola palabra, o con nuestra peor arma, la ignorancia.
Muchas veces no somos conscientes de ello, pero lo peor que le puede pasar a una persona es sentirse ignorada. Podrán criticarnos, reírse de nosotros e insultarnos, pero en el momento en que nos ignoren será cuando peor nos sintamos. De esta manera podemos hacer que aquellos que insultan lo pasen peor que el que está siendo insultado. Tan solo tenemos que ignorarlos.
La mente humana es muy compleja, pero si jugamos bien nuestras cartas podemos sacarle mucho partido. Si aprendemos a reírnos de nosotros mismos y a dar más importancia a las cosas que realmente la tienen en lugar de preocuparnos por chorradas podremos ser prácticamente invencibles.
Muchas veces no somos conscientes de ello, pero lo peor que le puede pasar a una persona es sentirse ignorada. Podrán criticarnos, reírse de nosotros e insultarnos, pero en el momento en que nos ignoren será cuando peor nos sintamos. De esta manera podemos hacer que aquellos que insultan lo pasen peor que el que está siendo insultado. Tan solo tenemos que ignorarlos.
La mente humana es muy compleja, pero si jugamos bien nuestras cartas podemos sacarle mucho partido. Si aprendemos a reírnos de nosotros mismos y a dar más importancia a las cosas que realmente la tienen en lugar de preocuparnos por chorradas podremos ser prácticamente invencibles.
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